Que su amada ciudad natal se volviera monstruosa de la noche a la mañana fue duro para Silas Adler. Aún más difícil fue descubrir que de repente tenía el poder de canalizar la electricidad... a expensas de poder tocar a cualquiera.
Dos décadas más tarde, quedó atónito cuando Juniper Finch tropezó con sus brazos sin lastimarse. Fue una suerte ya que Silas supo a primera vista que Juniper estaba destinado a ser suya.
Mil gracias a M!