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Paisley Colburn siempre ha amado a los animales más que a las personas. Cuando se entera de que el refugio de animales en el que trabaja ha perdido la oportunidad de expandirse porque han superado su oferta por el terreno, reacciona impulsivamente. Decide escribir un post en uno de los artículos que anuncian la noticia, sólo para desahogar sus frustraciones.
No tiene ni idea de que un comentario está a punto de cambiar toda su vida.
Levi Radcliffe dirige una empresa de logística de gran éxito. Cuando ve un comentario negativo bajo un artículo sobre la apertura de nuevos almacenes de su empresa en todo el país, se queda intrigado. ¿Cómo puede alguien estar molesto por esa noticia?
Enviar un mensaje para averiguar cuál es su problema resulta ser la mejor decisión de su vida.
Un mensaje.
Es todo lo que necesita para tener a Levi enganchado. Cuando su relación sale de la pantalla y se traslada a la vida real, ¿podrá Levi convencer a Paisley de que sigue siendo el hombre del que se enamoró por Internet?
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Lily James siempre ha sido un poco solitaria. Su madre y su padrastro no la entienden, y los niños de la escuela se burlan de ella o la ignoran. No tiene mucho en común con los niños de su edad, probablemente porque no se siente de su edad. Le gustan los peluches, los libros para colorear y los lazos, y no le importa que eso la convierta en un bicho raro.
A pocos meses de graduarse en el instituto, no sabe qué hacer con su vida.
Entonces escribe a un soldado en el extranjero y, de repente, su futuro parece claro.
Ella necesita ser de él.
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¿Es mejor ser amado o respetado?
Ese es el mensaje que recibe Hayes Bancroft una noche. Como estrella de cine, está acostumbrado a recibir mensajes de texto de números aleatorios que no reconoce, pero la mayoría son de otros famosos o de fans que, de alguna manera, han conseguido su número. Sin embargo, enseguida se da cuenta de que éste es diferente.
Maeve Verbeck es una artista. Siendo sopladora de vidrio de profesión, pasa la mayor parte del tiempo sola con su horno y su vidrio. Más hogareña que fiestera, pasa su tiempo libre enviando mensajes de texto al azar a desconocidos. Normalmente, las conversaciones sólo duran un par de mensajes, por lo que se sorprende cuando envía un mensaje a alguien y se prolonga más allá de la noche
