Hudson Wright me mira como si fuera otro trofeo a ganar. Un desafío. Un juego. Debería odiarlo y definitivamente no debería confiar en él. La verdad es, que estoy atrapada en su tormenta.
Por primera vez en casi un año, me siento viva. Cuando está cerca, las chispas se encienden bajo mi piel. Son adictivas y me hacen ignorar todas las señales de advertencia y las dudas.
Puede que el quarterback estrella esté acostumbrado a ganar, pero yo también sé jugar. Prometió perseguirme y yo prometí huir. La única pregunta es: ¿qué pasa si dejo que me atrape?
Mil gracias a HOB!