Nacido y criado en la Luisiana rural y ahora abriéndose camino en Nueva Orleans, Cain Stone sólo le sigue el juego por el premio al final. No le sirve de nada la abuela que no sabía que existía y no tiene paciencia con los intentos de la estirada Violet de convertirlo en un caballero con traje y que asiste a los museos.
Pero en algún momento, entre cenas antagónicas y torturadas pruebas de esmoquin, Cain y Violet llegan a un entendimiento a regañadientes, y la estirada Violet se da cuenta de que no es la única que está haciendo pedagogía. A medida que ella y Cain empiezan a respetarse mutuamente (y quizás incluso algo más), Violet aprende que seguir ciegamente las reglas de la sociedad no conduce a la felicidad... y que a veces las mejores cosas de la vida vienen de los lugares más inesperados.
Mil gracias a DM!