Sin embargo, hay un problema de tamaño gigante. Su nombre es Butch. No ha salido de la sala de máquinas de la plataforma petrolífera en años. Y no está dispuesto a irse ahora.
Por suerte, Cindy tiene un plan para convencer al gran Butch de que suba a la superficie de la plataforma. Tentación.
Pero no llaman a Butch “rufián” por nada, y ella está a punto de conseguir mucho más de lo que esperaba.
Mil gracias a S!