No siempre fue así entre nosotros.
Éramos mejores amigos cuando crecíamos.
¿Competitivos? Sí.
¿Despiadados? Definitivamente.
A ninguno de los dos nos gustaba perder.
¿Pero la intensa química? Eso es nuevo.
¿El odio en sus ojos? Eso también es nuevo.
Debería dejarlo pasar.
Hay demasiada mala sangre entre nuestras familias. Entre nosotros.
Pero no puedo. No creo que él pueda, tampoco.
Ahora estamos apuntados al mismo puesto de interno.
Si cree que me echaré atrás, está muy equivocado.
Una vez, lo perdí todo. No dejaré que se repita.
Adelante. Pruébame.
Mil gracias a LPLB!