Ella le espía. Él está comprometido con otra. ¿Se alinearán alguna vez sus astros?
La astrónoma Celeste Keswick se pasa las noches observando el firmamento, intentando descubrir ese planeta esquivo que ella sabe que está ahí arriba pero que aún no puede ver. Su hermano está convencido de que hay una manera de lograrlo: espiar al hombre que puede que lo encuentre primero. Pero lo que Celeste no sabe es lo que se va a despertar en su interior.
Lord Oliver Cunningham es barón, sí, pero lo que más desea en la vida, casi lo único, es poder dedicarse a estudiar las estrellas y descubrir sus secretos. Tiene claro que ha llegado el momento de casarse y tener descendencia, sobre todo un heredero, así que finalmente acepta un matrimonio acordado y de conveniencia. Pero pronto se arrepiente de esa decisión, pues se da cuenta de que su nueva ayudante es mucho más de lo que aparenta.
En la frenética carrera para realizar primero un importante descubrimiento astronómico, Celeste tiene que decidir entre mantener la lealtad a su hermano o ayudar al hombre del que se está enamorando, pero al que no puede aspirar. Mientras, Oliver no es capaz de decidir cuál es el menor de dos males: tener que ver todos los días a Celeste, aún sabiendo que no puede ni siquiera tocarla, o darle vueltas a la idea de pasar el resto de su vida sin ella.
¿Podrán superar Celeste y Oliver todos los obstáculos que les impiden encontrar el planeta que buscan y el amor que necesitaban sin saberlo?
4º THE VALET EXPERIMENT
¿Cómo va a poder proteger a una mujer de su mayor peligro, ella misma?
Jemima St. Vincent vive ahora en una de las mejores casas de Londres, pero eso no significa que su manera de ser haya cambiado nada. Su mayor deseo es convertirse en una química famosa, aunque ello implique ir dejando a su paso unos cuantos incendios. A los veintiséis años tiene claro que va a tener que mantenerse y vivir la vida por su propia cuenta, pues ha quedado bastante claro en numerosas ocasiones que ningún soltero de la alta sociedad londinense tiene las menores ganas de casarse con la peculiar hermana de un hombre que carece de fortuna, por muy duque que sea.
Y, desde sus humildes orígenes, las cosas han cambiado mucho para Archie Thompkins, el criado y al mismo tiempo también el mejor amigo de ese duque recién llegado a la nobleza como caído del cielo. Eso no significa que se sienta siempre a gusto con su nueva vida, sobre todo ahora que algunos secretos de su pasado han empezado a acecharlo. La única forma de enfrentarse a ellos es hacer lo que siempre se le ha dado mejor: proteger a las personas que ama.
Archie accede a cuidar a la hermana de su mejor amigo, pese a que ambos no se llevan nada bien y a la insistencia de la joven en no depender ni obedecer a nadie. Pero a ambos les sorprende la aparición entre ambos de ciertas llamas que no tienen nada que ver con los anteriores incendios. Cuando el pasado de Archie empieza a amenazar a Jemima, el joven tiene que evaluar si la chica va a correr más riesgos estando con él, pese a que no desee otra cosa que cuidar de ella. En cualquier caso, a Jemima nunca le ha importado jugar con fuego... siempre y cuando ese hombre tan terco se lo permita.