Desafortunadamente, una fantasía particular sobre el estudiante de transferencia ruso-japonés, Yuki Himura, saca lo mejor de ella. Ella termina inconscientemente gimiendo su nombre... también en presencia de Yuki. En un giro del destino, Katerina se encuentra de acuerdo en convertirse en el juguete secreto de Yuki, lo que suena mucho peor de lo que realmente es -especialmente a los ojos de su padre- profesor de Teología.
Toda la escuela piensa en Yuki como el chico ideal: guapo, inteligente y dulce. Pero con Katerina, él es el Diablo enviado para atormentarla, seducirla y -lo peor de todo- está haciendo que se enamore de él a pesar de que ha dicho que es lo único que nunca debería hacer.
Mil gracias a BC!